El especialista mexicano en neurociencia, doctor Andrés Vega, expuso este miércoles la importancia de conocer los procesos neurales, para entender a las personas con TEA, así como a pacientes que padecen de déficit de atención.
Los aportes los realizó durante la ponencia “Neurobiología del autismo: De la neurogénesis a la psicofarmacología”, que fue presentada en el Congreso Internacional de Neurodiversidad, que se llevó a cabo en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, en Caracas.
Detalló que uno de estos procesos es el funcionamiento de las interneuronas, que permiten la sincronización de las neuronas piramidales y ejercen una gran influencia en la diferenciación y la maduración de estas neuronas durante el desarrollo.
“Las interneuronas, son de las cosas que vamos a ver más afectadas con el cerebro con autismo. Si no tenemos neuronas que nos regulen todo se sentirá más fuerte”, recalcó el especialista durante su ponencia.
Otro de los procesos a tomar en cuenta es el sistema de recompensa mesolímbica, que es lo que permite que la dopamina se active, es decir, que nuestro cerebro mande la instrucción de considerar algo como “gratificante”.
Ese circuito, detalló el especialista mexicano, se ve afectado cuando una persona sufre de autismo.
“En una persona con autismo se ve afectado el déficit en la vida de recompensa mesolímbica. No es que no quiera llevarse bien, sino que no es igual de recompensante”, manifestó Vega.
El especialista también se refirió a agentes que pueden activar diferentes genes, que puede llevar a una persona a padecer de autismo, y estos elementos sería el comportamiento de la madre y su rutina durante el embarazo.
“Los factores de la madre como consumo de sustancia de drogas, medicinas, enfermedades durante el embarazo, la diabetes, preclamsia, problemas metabólicos, y envenenamiento por pesticidas, puede generar que se activen diversos genes”, recalcó.
Por otra parte, indicó que muchas personas que son diagnosticas con ansiedad pueden tener síntomas que evidencia autismo, no obstante, no son determinadas a tiempo, lo que evita que el individuo lleve un estilo de vida adaptada a su situación.
“Muchas veces hasta la adultez es que nosotros (los doctores) vemos que una persona llega por ansiedad, pero que siempre tuvo autismo, pero nunca lo diagnosticamos y pudimos haberlo ayudado a que tuviera un adecuado desarrollo académico”, manifestó.
Durante su ponencia, instó a padres, familiares, personal de salud y público en general a ver el espectro autista “no como un problema, sino como una forma de vivir”.
“Echarle luz a este asunto, para que veamos el espectro autista no como un problema, sino una forma de vivir, que puede asociarse a dificultades, eso lo que nos pueda ayudar a integrarnos entre todos”, puntualizó.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ariadna Eljuri
