Investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, desarrollaron una novedosa técnica que emplea un tinte capaz de absorber la luz y revelar órganos en funcionamiento, un método que fue probado en ratones de laboratorio y que podría ser exitoso para diversas prácticas médicas humanas.
El estudio, publicado esta semana en la revista Nature, refiere que los científicos emplearon una solución con tartrazina, o FD&C Yellow #5, un colorante utilizado frecuentemente en aperitivos, caramelos y otros alimentos; este se caracteriza por otorgar un color naranja o amarillo y está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Las pruebas consistieron en aplicar el tinte en la piel de los ratones vivos, específicamente en el cráneo y el abdomen, comprobaron que ésta se volvía transparente.
El experimento basado en física teórica permitió la observación de los vasos sanguíneos de la superficie del cerebro. En el abdomen, pudieron ver los órganos internos y el peristaltismo, además de las contracciones musculares que mueven el contenido por el tubo digestivo.
Los investigadores explicaron que el proceso es reversible y que solo se requiere lavar los restos de colorante. Precisaron que el colorante que penetra la piel se metaboliza y se elimina a través de la orina.
“La transparencia tarda unos minutos en aparecer. Es similar al funcionamiento de una crema o mascarilla facial: El tiempo necesario depende de la rapidez con que las moléculas se difunden en la piel”, explica Zihao Ou, autor principal del estudio.
Este colorante es seguro y además es “muy barato y eficaz y no hace falta mucha cantidad para que funcione”, destacan los autores.
El coautor del estudio Guosong Hong, científico de materiales de la Universidad de Stanford en California, precisó que: “Cuando un material absorbe mucha luz en un color, reflejará más la luz en otros colores”.
Esta técnica permite que los tejidos se transparenten hasta, aproximadamente, tres milímetros de profundidad; su uso actual no aplicaría para tejidos más gruesos y animales más grandes.
La noticia generó expectativas en la comunidad científica que valora la posibilidad de que esta técnica se emplee en modelos de ratón para comprender el sistema nervioso y las enfermedades neurodegenerativas.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez.