El 15 de diciembre de 1999, el pueblo venezolano aprobó una nueva Carta Magna, que sentó las bases de una democracia participativa y protagónica, inspirada en ideales bolivarianos.
El proceso electoral de ese día contó con una participación de 4.819.786 electores, de los cuales cerca de tres millones de ellos (más del 70%) votarían a favor de una nueva Carta Magna.
La Constitución de 1999 estableció un marco jurídico diferente y transformó el sistema político y social, entre ellas la inclusión de reformas destinadas a abordar las desigualdades sociales y económicas de ese momento.
La nueva Carta Magna se convirtió en la primera en reconocer los derechos de los pueblos indígenas, estableciendo como oficiales sus lenguas y reconociendo derechos sobre los territorios ocupados ancestralmente.
La Constitución de 1999 también es pionera en reconocer derechos ambientales, entre ellos, el derecho de los ciudadanos a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Uno de los cambios más grandes es la nueva denominación del país: República de Venezuela pasa a ser República Bolivariana de Venezuela, reflejando así el proyecto político y la gran transformación de la nación, el cual tenía sus bases fundamentales en las banderas del Ejército Libertador, liderados por Simón Bolívar hace más 200 años.
Con la nueva Carta Magna, en Venezuela, se promueve una visión de Estado donde la ciudadanía tiene un papel protagónico, enfatizando la necesidad de garantizar derechos y libertades para todos, cumpliendo así un compromiso claro hacia la construcción de una nación más equitativa y solidaria.
Hoy, a 25 años de su aprobación, el Gobierno Bolivariano, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, mantiene su compromiso en defensa de los valores establecidos en la Constitución y en promover su defensa ante los intentos del fascismo por destruirla.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ariadna Eljuri
