En los espacios de la sala Cenit de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (Idea), este martes se desarrolló la ponencia «La Revolución Biotecnológica: Claves para una Bioeconomía Responsable y Sustentable en América Latina», con el propósito de brindar a los científicos e investigadores de esta institución, las diferentes estrategias que favorezcan el desarrollo sustentable y seguro de las tecnologías emergentes.
La actividad que fue promovida por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) bajo el Programa de Biotecnología en América Latina y el Caribe (UNU-BIOLAC), estuvo a cargo del investigador mexicano, Daniel Domínguez, ingeniero biotecnológo egresado del Instituto Politécnico Nacional de México, quien además es especialista en bioeconomia, ecosistemas de innovación y emprendimiento en biotecnología.
En este contexto, Gustavo Fermín, coordinador del programa de biotecnología de la UNU- BIOLAC, aseguró que como parte de este programa se promueve el intercambio de experiencias de los investigadores de América Latina y su visión de cómo utilizar la biotecnología moderna, para lograr una aproximación a una economía más sustentable.
Por su parte, el ponente Daniel Domínguez, proveniente del sur de México y quien ha trabajado con biotecnologos de toda latinoamericana, destacó la importancia de la bioeconomia y el potencial de la biotecnología para el desarrollo de la región.
“Seguimos trabajado en la formación y fortalecimiento de las capacidades en biotecnologías emergentes para formulaciones de políticas públicas en América Latina”, acotó.
Explicó que los países de América Latina cuentan con una inmensa biodiversidad, que implica un potencial enorme en términos de los recursos biológicos para aprovecharlos de manera sostenible, que pueden ser útiles para el crecimiento avanzando de la biotecnología, para el beneficio de la población de América latina .
“Buscamos que los políticos de toda la región comprendan y tengan las herramientas para generar leyes y políticas públicas en materia de biotecnología. Además de resaltar la importancia que estos países inviertan en materia biotecnológica”, dijo.
Alternativa para el cambio climático
Domínguez destacó la biotecnología puede ser un elemento clave para salvar al mundo, porque a su juicio incrementa la resiliencia contra el cambio climático, que puede reparar el daño de y restaurar el equilibro. Además, de cambiar los modelos productivo, para no generar más daño del ambiente.
“Todas las naciones de América Latina tenemos el potencial y las bases para promover el emprendimiento en biotecnología, en cada país contamos con el capital humano y potencial científico de los investigadores, que puede sentar las bases para construir y la base de la educación más vinculadas con la biotecnología y las nuevas herramientas técnicas que vienen de la mano de ésta”, concluyó.
Prensa IDEA/Hernán Romero Fotos: Rolando González