Este domingo, la ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, compartió a través de su canal de Telegram una reflexión sobre la influencia de las redes sociales, que ha generado un fenómeno social conocido como FOMO o «Fear Of Missing Out», en inglés, traducido como el miedo a perderse algo.
En su texto, la ministra señaló que el FOMO tiene raíces en la psicología humana y sus necesidades fundamentales de pertenencia y validación.
Al respecto, indicó que si bien el término puede haber ganado popularidad recientemente, su concepto ha existido desde hace mucho tiempo.
En este sentido, comentó que fue en la década de 1990, cuando el psicólogo Dan Herman describió a este fenómeno como “una sensación de ansiedad que surge cuando se percibe que otros están disfrutando de experiencias positivas de las cuales uno está ausente”.
La ministra manifestó que «desde entonces, la llegada de las redes sociales ha amplificado esta sensación, ya que constantemente estamos expuestos a las actividades y logros de otros a través de plataformas como Instagram, Facebook o TikTok».
Destacó el problema actual de las redes sociales, pues no plasman del todo la realidad ni la verdad, mostrando altas, y falsas, expectativas de algo que no es real.
En esta línea, manifestó que la «exposición constante en las redes sociales para sentir que forman parte de un «todo», que los lleva a la «nada». Bajas autoestimas, comparaciones con vidas idílicas y temor a no ser parte de un grupo», características que se encuentran detrás de este síndrome.
Por otro lado, resaltó que entre los efectos del FOMO se encuentran el aumento en los niveles de estrés y ansiedad, la disminución en la autoestima y la satisfacción personal.
La ministra indicó que este fenómeno puede llevar a comportamientos compulsivos, como el exceso de uso de redes sociales, la búsqueda constante de validación externa y la incapacidad para desconectar.
Concluyó que es necesario concientizar a los jóvenes sobre los peligros de las redes sociales, además de fortalecer elementos como su autoestima, la recreación más allá de la tecnología y la escuela como espacio para el uso apropiado de las tecnologías.
Además, resaltó que «no es necesario mostrar a los demás un estilo de vida concreto, con el objetivo de reforzar una valía que depende de la mirada del otro, sino se convierten en las víctimas principales de esta nueva era tecnológica».
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo
