El ser humano se encuentra sumergido en la era tecnológica, rodeado de dispositivos que lo conectan con el mundo, desde el teléfono móvil que lleva en el bolsillo hasta el televisor que preside en la sala de su casa o habitación. Esta importante herramienta se ha convertido en una extensión que forma parte del ser. Pero… ¿Qué ocurre con estos aparatos al desecharse? ¿A dónde van a parar realmente? La respuesta, lejos de ser simple, esconde una realidad inquietante que afecta a todas y todos.Imagina por un momento la cantidad de dispositivos electrónicos que se desechan cada día en el mundo. Millones de teléfonos móviles, computadoras, televisores, impresoras, refrigeradores, lámparas led, entre otros; se han convertido en una montaña creciente de «basura electrónica», lo que ha generado un problema multifactorial que impacta significativamente al ambiente y la salud a nivel mundial.Las palabras Electronic Waste o “residuos tecnológicos”, también conocido como E-Waste, es un término utilizado para referirse a los desechos o basura generados por productos electrónicos en desuso, que hayan culminado su vida útil; esto incluye una amplia variedad de dispositivos y equipos sumamente contaminantes debido a los elementos que los componen como el cobalto, galio, mercurio, cromo, cadmio, litio, entre otros.Un estudio realizado por la Universidad de McMaster en Canadá, reveló que solo en el caso de los teléfonos móviles se utilizan el 80% de los elementos de la tabla periódica y más de la mitad de la población posee uno.