(Caracas, 2 de julio de 2025) .- Como parte de la agenda del Plan Cacao anunciado por el presidente Nicolás Maduro el 10 de abril de 2024 en el marco de la Gran Misión Ciencia Dr. Humberto Fernández – Morán, desde el Centro de Agricultura Tropical del IVIC – Mérida un grupo de investigadores vienen trabajando en el abordaje científico tecnológico de este importante rubro en el país.
El doctor Gerson Mora, jefe del Centro de Agricultura Tropical del IVIC nos habla sobre el abordaje científico y tecnológico que desde el plan cacao se ha venido haciendo en el estado Mérida, donde se trazaron la meta de conformar en una primera fase un diagnóstico que han denominado ecosistema cacao. Entre los objetivos del plan cacao está mejorar la calidad, productividad y competitividad de este cultivo, fortaleciendo las capacidades de los productores, implementando prácticas agroecológicas innovadoras y promover la investigación para optimizar los procesos de cultivo, cosecha y procesamiento del cacao.
“El plan se centra en la recuperación, protección y conservación de nuestros cacaos criollos y desde Mérida estamos trabajando en todos los lineamientos emanados por el presidente Nicolás Maduro, la ministra y Vicepresidenta Sectorial Gabriela Jiménez y con todo un equipo conformado a través del Viceministerio de Aplicaciones del Conocimiento Científico a cargo del doctor Alberto Quintero. Desde el Centro de Agricultura Tropical del Instituto venezolano Investigaciones Científicas, hemos realizado la labor de organizar y registrar a 1915 productores, siendo los municipios Caracciolo Parra Olmedo, Alberto Adriani, Antonio Pinto Salinas, Tovar y Zea donde tenemos mayor concentración de productores registrados, y en donde existe una bondad organoléptica debido a la genética de los cacaos criollo de Occidente, en donde se viene apreciando la perdida de los sabores y olores que caracterizan nuestros cacaos como únicos en su origen y de principal interés comercial en los mercados mundiales. Sin embargo, estos niveles de pureza y calidad en su origen vienen siendo amenazados producto del ingreso de los clones de cacao como él CCN51”.
Se pudo conocer que entre las acciones que se han emprendido con los productores que han sido registrados aparte de atenderlos y recuperar sus plantaciones, se busca desarrollar una lista de aplicaciones científicas que se enfocan en la conservación de los cacaos criollos, la protección y el estudio de la variabilidad de los genes de estos cacaos. “Existe un proceso de hibridación entre los cacaos criollos que a partir del cacao porcelana dio vida al Guasare, Lobatera siendo su influencia geográfica más
cercana el píe de monte andino y el sur del Lago cercano al estado Táchira. También está el criollo Mérida y el Santa Bárbara. Generalmente, estos vienen formando un mosaico de cacaos amplia calidad organoléptica y alta pureza, sus cruces han generados un mosaico hibridizado que es de máximo interés por las trasnacionales europeas y asiáticas, que habitan en las cercanías de la zona sur del lago para poder posicionarse en nuestra materia prima”.
Otro de los objetivos del plan cacao y del abordaje que se viene ejecutando es contrarrestar el proceso de ingreso de cacao ecuatoriano ccn51 (Colección Castro Naranjal 51) el cual está debilitando la capacidad genética de los cacaos criollos y están generando un proceso variabilidad genética que va bastante avanzado, pero que se puede tornar como una ventaja producto de las aplicaciones científicas que permitirían a través de cruces asexuales aprovechar estos materiales como base para la injertación con nuestros materiales criollos y de mosaicos.
Productores capacitados
El abordaje con el plan cacao ha sido integral, no solo en el campo, sino que se está formando a los productores para poder hacer frente en todos los terrenos y muestra de ello es el diplomado que fue creado como fuente de formación que se pueda adaptar a los productores, técnicos e ingenieros. Para ello, desde el IVIC se creó una malla de estudio que ha contado con el apoyo de la Academia de Ciencias Agrícolas de Venezuela (ACAV). El diplomado tiene que ver con el desarrollo del ecosistema cacao desde la trazabilidad hasta que se certifica el ecosistema.
“Dentro de la lista de objetivos principales que tiene el plan implica poder certificar cada paso de la cadena de los productores, la trazabilidad es uno de los mecanismos que permitirá mantenernos en base a las exigencias de la agenda 2020-2030, que exigen los mercados élites del mundo, producto del cambio climático, de los niveles de metales pesados en los suelos, de los procesos de hibridaciones en las plantaciones mundiales y de los lugares deforestados, siendo estos factores normas de regulación para las exportaciones de materias primas como cacao, café, palma aceitera, ganado, soya, entre otros; es decir nos han regulado desde el exterior con estos aspectos”, señaló Mora.
Igualmente, fue enfático al destacar que para que los rubros puedan tener una certificación se debe partir desde la trazabilidad y esto implica no solo hacer las denominaciones de origen y las identificaciones geográficas, sino poder avanzar hacia una trazabilidad in situ, desde donde se obtiene la semilla, la geografía de lugar, el manejo agroecológico y el proceso postcosecha que enmarca un seguimiento de pasos que deben certificarse no solo en el manejo, sino científicamente.
Con el diplomado buscamos formar a un productor que ya tiene las premisas básicas y su aprendizaje natural que se lo da el campo y su habilidad, pero al vincularlo y cruzar las capacidades científicas con su conocimiento ancestral se genera lo que hoy conocemos como la alianza científico campesina, esa alianza viene a desarrollarse por primera vez en un ecosistema como es el cacao, siendo este un rubro de exportación y de suma importancia para diferentes industrias.
Fases y resultados
En estos momentos en Mérida se están formando 127 productores a nivel de cursos del diplomado y el trabajo que se ha logrado en el campo para dar a conocer el plan ha permitido capacitar a 2989 productores.
Aumentar los niveles de producción y productividad son parte de las metas en la atención en campo dirigidas por los investigadores y por los productores brigadistas formados. Las aplicaciones científicas se están cumpliendo por fases, entre las que se encuentran: el diagnóstico de los suelos, estudio e identificación molecular de algunas enfermedades, comportamiento de los polinizadores, estudio de la microbiota del suelo y evaluación de la actividad fisiológica y bioquímica en condiciones de vivero y en plantaciones. Algunos resultados en los estados activos del plan nos permiten asegurar que el ph en los suelos son ácidos, suelos muy limitados en nutrientes tanto en nitrógeno como en fosforo y eso genera un reto para mejorar ecosistemas de cacao que tienen 60 años de haber sido establecidos, que requieren ser recuperados con mucho manejo de buenas prácticas agroecológicas.
“Por otro lado, estamos trabajando para recuperar esos espacios de los productores y proteger el cacao porcelana, tenemos que generar no solo las identificaciones moleculares del origen y su geográfica en los estados activos del plan, sino también identificaciones hídricas y ecofisiológicas para evaluar el sistema agroforestal actual, desarrollar innovación en el nuevo, que debe ser más productivo, de mayor biodiversidad y captación de carbono”.
Mincyt / Prensa /