«Las sanciones están siendo superadas»: así busca Venezuela la autosuficiencia científica

El Gobierno venezolano ha acusado y condenado en diversas ocasiones los intentos de EEUU por desestabilizar al país latinoamericano, siendo la polémica más reciente un programa de becas dirigido a investigadores venezolanos, que llamaba a ahondar en una «transición pacífica y democrática del país».

De acuerdo con Jiménez, este acto es «otra evidencia de que el Gobierno de los Estados Unidos atenta, insistentemente, con desestabilizar nuestra paz nacional, nuestra soberanía, nuestras políticas públicas y para todo el mundo es increíble que el Gobierno federal tenga una agenda de investigación para Venezuela».

En una entrevista con Sputnik, la funcionaria añadió que las políticas científicas del país están definidas por la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología y el Consejo Científico Presidencial orientados por el presidente de la República, por lo que, acusó, el programa de becas impulsado por el Departamento de Estado de EEUU no solo pretendía influir en la política interna de Venezuela, sino también manipular a su comunidad científica.

Jiménez informó que los correos electrónicos que ofrecían estas becas se enviaron directamente a científicos y profesores universitarios, eludiendo los canales oficiales y levantando sospechas inmediatas. «Esta convocatoria tiene una particularidad. Les colocan una persona de enlace por parte del gobierno de Estados Unidos«, explicó Jiménez, señalando la inusual condición de que un representante del Gobierno estadounidense supervisara los proyectos seleccionados.

La ministra enfatizó que las agendas científicas deben surgir de la cooperación mutua y del diálogo genuino entre pares, desprovistas de motivos políticos ocultos.

“La comunidad científica nacional está compuesta por más de 27.000 venezolanas y venezolanos, registrados en el Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología, una instancia escrita al Ministerio del Poder Popular para la Ciencia. Además, comparten más de 376 proyectos de investigación, en algunos casos binacionales con China, Rusia e Irán. Tenemos colaboración con otros países como Brasil, México, y en estas agendas de investigación participan los ministerios, las universidades”, destacó.

El impacto de las sanciones

Una de las muchas áreas que se han visto afectadas por las sanciones económicas de EEUU contra Venezuela es, justamente, la científica y tecnológica.

Las sanciones, explicó Jiménez, han impedido el acceso a equipos y recursos científicos esenciales, paralizando la investigación y el desarrollo.

«La adquisición de equipos tecnológicos, de insumos y de reactivos; los microscopios electrónicos en Venezuela estuvieron bloqueados hasta hace tres semanas, porque el Gobierno de los Estados Unidos, a través de una empresa transnacional, prohíbe la entrega del software y de los filamentos», relató Jiménez.

Estas restricciones no solo han obstaculizado el progreso científico, sino que también han repercutido en la atención sanitaria, especialmente en oncología, donde equipos críticos para el tratamiento del cáncer permanecen bloqueados. «Cuando te dicen que las medidas coercitivas unilaterales no atentan contra la salud, ese es un falso eslogan», argumentó, «porque los aceleradores lineales que es el principal equipo radioterapéutico para los pacientes con cáncer están bloqueados. Y ellos lo saben porque es un informe que también hemos presentado ante el Organismo de energía atómica en Viena».

Innovación nacional y alianzas internacionales

A pesar de estas adversidades, Venezuela ha convertido las sanciones en un catalizador de la innovación y la autosuficiencia de un modelo tecnológico donde «el 72% de la productividad científica está en manos de mujeres».

Jiménez esbozó varias iniciativas clave, como la Cayapa Heroica, donde mujeres y hombres dedicados a la ciencia e ingeniería han reparado más de 2.000 incubadoras y mantenido equipos médicos críticos, ahorrando a la nación millones de euros. Este proyecto, que a juicio de la ministra es «un orgullo», subraya la capacidad de Venezuela para adaptarse e innovar bajo presión.

Más allá del ámbito nacional, Jiménez destaca que Venezuela ha forjado sólidas colaboraciones científicas y tecnológicas con aliados internacionales, especialmente China y Rusia. Estas asociaciones han sido fundamentales para contrarrestar el aislamiento impuesto por las sanciones.

Con China, Venezuela ha suscrito importantes acuerdos en materia de exploración espacial, investigación climática y tecnología agrícola. «Tenemos también firmada la cooperación para estar activos en la agenda científica en la Estación Internacional del Espacio», dijo Jiménez.

Rusia también ha sido un socio crucial, especialmente en los campos de la epidemiología. «Estamos trabajando agendas que tienen que ver con microbiología, epidemiología y pandemias«, explicó, señalando la importancia de estas colaboraciones para reforzar la seguridad sanitaria y las capacidades de investigación de Venezuela.

Capacitar a la próxima generación

Jiménez se refirió con pasión a los esfuerzos del Ministerio por inspirar y educar a las nuevas generaciones a través de programas de robótica y tecnología. Estas iniciativas pretenden cultivar una cultura de innovación y curiosidad científica desde una edad temprana.

«Para nosotros el primer objetivo del Plan Nacional de Ciencia y Tecnología es preservar la reserva de talento, niñas, niños, jóvenes y mujeres en la ciencia», afirmó, haciendo hincapié en la importancia de la inclusión y la participación temprana en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

El Ministerio ha creado más de 150 laboratorios de robótica gratuitos en todo el país, que proporcionan acceso a la tecnología y la educación más avanzadas. «Hoy tenemos 30.902 niñas, niños y jóvenes en robótica formados», informó Jiménez, destacando la rápida expansión y el éxito de estos programas.

Estos esfuerzos culminan en competencias internacionales, como la próxima Olimpiada Mundial de Robótica en Turquía, donde Venezuela enviará una delegación de jóvenes innovadores. «Nos preparamos para los eventos internacionales, tuvimos el segundo lugar en programación individual de sistemas autómatas», relató orgullosa, refiriéndose a éxitos anteriores.

Por último, Jiménez considera que la incorporación del país al grupo BRICS, generará más oportunidades en investigación científica y cooperación que redundará en beneficios para el pueblo venezolano.

«Entonces yo creo que el tiempo de las sanciones y el horror que vivimos está siendo superado y que viene una nueva etapa en donde hemos aprendido y resignificado nuestras capacidades», concluyó.

Sputnik / José Negrón Valera

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