Mucho se ha escuchado hablar del cambio climático y sus efectos a escala global, no obstante, este problema va mucho más allá de los lamentables desastres naturales que se registran en el mundo.
Para el biólogo del Centro de Estudios de la Crisis Ambiental del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Pedro Borges, el cambio climático “es mucho más famoso de lo que es conocido, porque lo que vemos en los medios generalmente son las consecuencias del cambio climático”.
Borges aseguró que el cambio climático realmente forma parte de una de las dimensiones de la crisis ambiental global que se registra en el mundo y que, a su vez, es parte de una crisis civilizatoria de un modelo que es autodestructivo, suicida, al que se le denomina modernidad y cuyo sistema económico es el capitalismo.
“El cambio climático muchas veces pretende verse como algo aislado, de todo lo que está pasando, y no puede entenderse así, porque además, esa separación es totalmente arbitraria. En este momento, el mundo vive una crisis ambiental global. No solo es el cambio climático, es también la pérdida de la diversidad biológica, es la acidificación de los océanos, y esa lista lamentablemente es muy larga. Esa crisis ambiental global es parte de una crisis mucho mayor que es una crisis civilizatoria (…) Vemos guerra por todos lados, grandes migraciones del Sur al Norte, el aumento de la resistencia a los antibióticos, el hambre en el mundo está aumentando, la concentración de la riqueza. Todos esos aspectos, son aspectos de una crisis civilizatoria, donde una de sus dimensiones es la crisis ambiental global, y el cambio climático es una dimensión”, puntualizó el especialista del IVIC.
En este sentido, indicó que uno de los principales responsables de los efectos del cambio climático es el Norte global, donde se registra el 92% del exceso de los gases invernaderos.
“El Norte global representa el 11% de la población mundial, es decir, que si nosotros tomáramos 10 personas al azar en el mundo, solamente una sería del Norte global, mientras si nosotros tomamos 10 toneladas de gases de efecto invernadero al azar, nueve de esas toneladas sería producida por ese Norte global”, manifestó.
Detalló que pese a que el principal responsable es el Norte Global, sus efectos son sufridos por el Sur Global. Muestra de esto – ejemplificó – son las vaguadas, los deslaves y los problemas de producción de alimentos que se registran en esta zona.
“Una de las características del cambio climático es que hace todos los eventos climáticos más impredecibles, entonces los eventos extremos son más impredecibles y más intensos. Es más difícil saber cuándo van a ocurrir, y ocurren con más frecuencia y mayor intensidad”, añadió Borges.
El especialista del IVIC pone como ejemplo una comunidad campesina con conocimientos tradicionales para sincronizar los cultivos con la lluvia. Debido al efecto del cambio climático – indicó – , predecir estos eventos se hacen más difícil, lo que genera un problema en la cadena productiva de alimentos.
Estrategia nacional para cambio climático
Para poder hacerle frente al cambio climático, Borges propone la creación de una estrategia nacional que apunte a gestionar sus efectos.
Esta estrategia – detalló – debe contener “elementos de mitigación, que tiene que ver con reducción de emisiones, elementos de adaptación, que tiene que ver con reducción de vulnerabilidad, y elementos de atención de pérdidas y daños, que tiene que ver con atención de los impactos. No importa lo que hagamos, va a haber impacto en el cambio climático”.
Sobre la contribución de Venezuela para gestionar los efectos del cambio climático, el especialista indicó que aunque el país logre reducir “sus emisiones a cero, su efecto sería despreciable”.
Por esta razón, insta a diseñar programas y acciones que evalúen cómo se ve afectado el país y así hacerle frente a esas vulnerabilidades.
“Establezcamos metas concretas de mitigación, de adaptación, y de atención de pérdidas y daños, y programas que nos permitan alcanzar esas metas dentro de un cronograma”, señaló.
Manifestó que desde el IVIC, se trabaja con agricultura comunitaria, con la generación de mapas de vulnerabilidad y zona de riesgos para aportar conocimientos que permitan gestionar el cambio climático.
“Proteger la biodiversidad biológica, desde cualquiera de los enfoques, es una contribución a gestionar el cambio climático”, sentenció.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología/ Fotos: Francisco Trias